El calzado ortopédico a medida es un sistema de ayuda para la rehabilitación y el tratamiento de estados patológicos del pie, sometido a la prescripción y a la supervisión médica. Está elaborado a partir de un molde de yeso y/o de medidas tomadas sobre el pie del paciente. En general, debe ser un zapato más amplio, bien diseñado, sin costuras internas y con los forros acolchados. El objetivo principal es acomodar el pie en casos de deformidades rígidas o corregir deformidades flexibles. Está indicado con el fin de conseguir un efecto terapéutico o corrector, proteger en bipedestación soportando o estabilizando el pie patológico durante la carga y favorecer la marcha. Además de las funciones del zapato normal, protege frente a traumatismos o agentes climatológicos, ayuda en la marcha y es un complemento del vestido existen otras específicas: corrige determinadas alteraciones del pie o de la marcha en casos de deformidades flexibles, reduce las presiones, facilita el apoyo, compensa anatómicamente, estéticamente y funcionalmente los defectos anatómicos, inmoviliza y estabiliza en caso de pies dolorosos o patológicos, compensa un movimiento perdido y mejora el desarrollo del paso y la amortiguación de los impactos. La indicación del calzado ortopédico se realizará según el hallazgo patológico, el juicio diagnóstico y el objetivo terapéutico. Habitualmente estas indicaciones se realizarán cuando el paciente ya no puede ser ayudado con medidas sencillas, como es el uso de zapato ortopédico en serie, uso de plantillas o la realización de ajustes en el calzado normal. Estará indicado cuando exista una deformidad severa que impide el uso del zapato normal, en pies dolorosos como secuelas de fracturas, etc, cuando se necesita una mayor profundidad del calzado debido al mayor abultamiento de la lesión, en caso de laxitud o inestabilidad importante, alteraciones de la longitud, cuando existen alteraciones neurológicas, en dismetrías importantes, por razones estéticas para disimular alteraciones del pie, etc.